Es inútil darle vueltas: la misión de la Iglesia, más allá de las diferencias de culturas y de tiempos, es siempre la misma
Muchas veces podemos leer esta afirmación: “Siempre fuimos amigos y nadie va a poder destruir nuestra amistad”.
El tiempo de la esperanza no tiene nada que ver con el regreso a las seguridades del pasado
Página 1 de 18