Llevo más de cuatro años viviendo en Bélgica, donde se encuentra la sede central de nuestra Comunidad Redemptor hominis, y desde el inicio de la pandemia, ya desde hace más de un año, todas nuestras actividades externas se han bloqueado.

En este contexto, la conexión internet nos ha ofrecido la posibilidad de seguir teniendo numerosos contactos, introduciendo una nueva forma de vecindad con las personas, incluso muy lejos de nosotros.

Al comienzo de la pandemia, cuando en este sitio web se abrió la rúbrica “Homilías en el tiempo del Coronavirus”, donde se han publicado, semana tras semana, todas las homilías dominicales dirigidas por Emilio a los feligreses de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Ypacaraí, habiendo yo mantenido, desde que partí de Paraguay, un contacto amistoso con Blanca, una pariente mía muy cercana que vive en Tacuatí (Paraguay), mi ciudad natal, empecé a enviarle por WhatsApp el link y el audio de las Homilías.

Blanca, que había conocido a Emilio hace muchos años atrás, junto con Alejandra, su hija, y Diego, su sobrino, ha compartido las homilías por WhatsApp con sus familiares, parientes y amigos. Así ha llegado a formarse una cadena de trasmisión para difundirlas y comentarlas. Desde Tacuatí, a través de su celular, se van por todo lado a Paraguay y también fuera del país, hacia Brasil, Argentina y España, donde ella tiene parientes y conocidos.

Además, Blanca cada semana ha recogido y me ha enviado los comentarios recibidos de sus contactos. Y aquí, entonces, voy a resumir los más significativos.

 

Muchos de los comentarios subrayan la importancia de escuchar las homilías como una enseñanza de vida humana y cristiana. A tal propósito, Blanca, junto con Alejandra y Diego, ha escrito: “Con cada mensaje estamos aprendiendo a ser más cristianos, y esta es una tarea difícil. Ale y Diego, después de escuchar a Emilio, son más exigentes consigo mismos y con las cosas que hacen. Cada vez volvemos a releer la homilía y las palabras que son difíciles las buscamos en Internet; nos pusimos a buscar en Google también a algunos personajes que son citados, para saber más sobre ellos”.

Una profesora de Alejandra, de Concepción, dijo que utiliza las homilías para enseñar religión a los jóvenes. Refiriéndose al tema “educación” tratado en una homilía, un profesor de Diego, desde Concepción, señaló: “Tiene razón el padre con todo lo que enseña y aprecio mucho cada tema, porque la gente debe ser educada y esto hace bien”.

Rocío, una abogada de la ciudad de San Lorenzo, comentaba que Emilio enseña y guía como verdadero pastor, cosa muy importante para la gente, especialmente durante el aislamiento. Olga, ella también de San Lorenzo, madre de familia y empleada en el Instituto de Previsión Social (IPS), acentúa: “Con sus homilías el padre Emilio nos enseña cómo debemos comportarnos, y da siempre alivio escucharlo. Es importante difundir sus hermosas y valiosas palabras que nos enseñan el respeto y el valor de la dignidad, que interrogan a cada cristiano; nadie como él existe en nuestro país. Sus enseñanzas son realmente lo que necesita nuestra Iglesia en Paraguay”.

Jorge, de Concepción, trabaja en la radio local y ha comentado que “las profundas palabras del padre han sido como un rayo de luz; cada vez yo y toda mi familia vamos aprendiendo algo nuevo. El padre evangeliza de manera especial y sus palabras son llenas de verdad. Los temas tratados por él interrogan mucho a mi familia y especialmente a mí; nos pide tomar nuestra responsabilidad y no ser tibios”.

Tania, una doctora de Concepción, confirma que las homilías son muy buenas para reflexionar, y que ha aprendido que lo más importante es vivir el hoy. Lola, ella también de Concepción y coordinadora de catequistas, dice que cada domingo en su parroquia se hace catequesis en un programa radial y se transmiten las homilías, porque ayudan a fortalecer la fe y son más que una catequesis.

De su parte, Claudelina y Marcia, de Horqueta, que se desempeñan en sus respectivas parroquias, escriben que la sabiduría de Emilio ayuda a profundizar en la fe en este tiempo del Coronavirus, donde hay tanta incertidumbre y preocupación. Por eso, en sus parroquias comparten las homilías de diferentes formas, por celular o haciendo también fotocopias. Lo mismo dicen Marina y Sofía, de Luque, comprometidas como catequistas. Ellas mandan a imprimir cada homilía para distribuirla en el barrio.

Rolando, abogado y padre de familia que vive en Pedro Juan Caballero, evidencia: “El padre sabe cómo comunicar y respetar a los demás. Es tan cierto todo lo que dice”. Y Karen, nutricionista de Luque, escribe que las palabras de Emilio son de gran ayuda espiritual para toda su familia.

Gloria, ella también de Luque, que trabaja en el Registro Civil y es catequista en su capilla, comenta: “En este momento tan difícil son ideales las sabias y certeras palabras del padre que ayudan a ver de manera diferente y estimulan a trabajar con responsabilidad, porque realmente nada será como antes, después del Coronavirus. Es impresionante la sensibilidad del padre y cómo conoce bien nuestra realidad; él está ayudando mucho, de esta manera”.

Carlos, de Ñemby, padre de familia que trabaja en el IPS, subraya la importancia de la racionalidad en los discursos de Emilio: “Yo y mi familia nos quedamos maravillados por el gran conocimiento que tiene el padre, y realmente estamos bendecidos por tener en nuestro país un sacerdote como él. Cada tema es muy bueno y nuestro país necesita este tipo de razonamiento; es una lástima que solo el padre Emilio haga estos discursos”.

Por su parte, Romina, de Ñemby, abogada y madre de familia, atesta: “Es la primera vez que escucho hablar a un sacerdote explicando tan bien cada tema y tocando puntos reales en sus homilías”. Y Lujan, de Fernando de la Mora, profesora que, además, trabaja en la pastoral juvenil, escribe que “el padre tiene un don especial para llegar al otro con sencillez y tocando la realidad”.

También Roberto, de Asunción, que trabaja en el Registro Civil, escribe que él y su familia están aprendiendo tantas cosas buenas de las homilías de Emilio: “Agradezco mucho por la hermosa y profunda homilía del padre. Mi esposa se quedó muy contenta, ella es responsable de catequistas en su parroquia y dijo que le servirá para profundizar más en su compromiso en este tiempo tan terrible. Tenemos los ‘Cuadernos de Pastoral’ del padre Emilio y con el Cuaderno ¿Cómo se lee la Palabra de Dios? hemos hecho un curso en nuestra parroquia”.

Patricia, nutricionista, Iris, abogada, y Carmen, médica en IPS, comprometidas como catequistas en Lambaré, afirman: “Sería tan lindo si en todo el Paraguay llegaran sus palabras que están llenas de sabiduría, ricas de enseñamientos, con contenidos muy buenos para profundizar. Que Dios bendiga su misión evangelizadora”.

Algunas personas paraguayas que trabajan en España, como Carla, Lucas y Osmar, escriben que las palabras de Emilio ayudan a profundizar en la fe y tratan temas importantes para la educación social, política, religiosa y cultural. Zunilda, una catequista y madre de familia, ella también desde España envió su comentario diciendo: “La experiencia del padre está enseñando a tantas personas y fortalece nuestra fe. Es la primera vez que escucho a un sacerdote hablar tan claro sobre la tarea del cristiano y agradezco al padre por sus sabias y profundas palabras. Comparto con mi grupo de WhatsApp, porque es una buena catequesis para todos”.

Miryam, una madre de familia, desde Brasil afirma: “Las homilías enseñan cómo vivir la fe y, gracias a ellas, estoy recobrando mi fe. Las comparto con mi grupo de oración y con mis conocidos, y el pastor de mi iglesia dijo que el padre Emilio es guiado por el Espíritu Santo y tiene talento para enseñar”.

Desde Argentina, Manuel, que trabaja con los jóvenes, señala que escucha con su familia y su grupo las homilías, “hechas magistralmente y fuentes de inspiración. Agradezco a Dios por el sacerdocio del padre Emilio”. Darío, un catequista, también desde Argentina subraya: “Las homilías han servido para seguir evangelizando y son muy conmovedoras. El padre tiene una gran sensibilidad y conoce bien nuestra gente. Las transmito a mi grupo de oración para que ellos reciban las enseñanzas tan preciosas y puntuales”.

Walter, que trabaja con los jóvenes en Argentina, confirma: “El padre se preocupa por la salud espiritual de su pueblo y, de esta manera, nos ayuda a seguir firmes con nuestra fe. Envío a mi grupo las palabras del padre porque son verdaderas y profundas: felices los Ypacaraienses por tener un sacerdote como él”.

(A cargo de Liz María Gómez)

 

 

 

05/05/2021