La diócesis de San Lorenzo tiene una superficie de 1.944 km2 y una población de 862.890 habitantes, de los cuales 852.730 son católicos.

Se extiende por un territorio esencialmente urbano: el de la periferia de la capital, Asunción, con sus ciudades satélites. En ella está ubicado el Campus de la Universidad Nacional.

La diócesis corresponde a una porción considerable del Departamento Central, el más pequeño, pero el más poblado y dotado, en el país, de los mejores niveles de infraestructura y de los más altos índices de desarrollo humano, después de la capital; índices, de todos modos, netamente inferiores a los de Argentina, Brasil y Uruguay. Aquí se concentra la gran parte de las pocas industrias del país.

El territorio, llano y de colinas, se extiende hasta los dos más importantes lagos del país, el lago Ypacaraí y el lago Ypoá, que delimitan los confines respectivamente con el Departamento de Cordillera y con el Departamento de Paraguarí.

El clima es subtropical, con temperaturas máximas, en verano, de alrededor de los 40 °C, y mínimas que, en invierno, pueden bajar también a 0 °C. Las estaciones no están bien definidas, en razón del calor que predomina, a menudo, también en invierno. Las precipitaciones, abundantes, están distribuidas durante todo el año. Por la alta humedad, la sensación de calor se vuelve más sofocante.

Esta región, conocida históricamente como “Comarca asuncena", fue la primera en ser poblada. Muchas de sus ciudades fueron fundadas ya en los siglos XVI y XVII, como presidios y fortines militares o como Reducciones, obra sobre todo del franciscano Luis de Bolaños, mientras que otras nacieron en el siglo XVIII alrededor de capillas que eran centros de evangelización.

La ciudad de San Lorenzo, sede de la diócesis, surgió en el siglo XVI, como asentamiento de algunas familias de agricultores que trabajaban en plantaciones de propiedad de los jesuitas.

Actualmente, la región es objeto de un rápido crecimiento demográfico, en cuanto meta de una masiva inmigración interna, acompañada de un creciente desarrollo económico, que la diferencia profundamente del así llamado “interior", todavía típicamente rural, y que está en la base del surgir de estilos de vida marcados por la cultura moderna e incluso hasta posmoderna.

Desde el punto de vista social, el territorio de la diócesis se caracteriza por altos índices de desigualdad, puesto que la gran parte de la población vive en condiciones precarias, y tiene pocas posibilidades de acceso a los servicios fundamentales, sobre todo en ámbito sanitario. Aunque, en esta área, haya varios de los hospitales públicos más importantes del país, la cantidad de camas por habitante es la más baja de todo el Paraguay.

La diócesis de San Lorenzo surgió en el año 2000, de la desmembración de una parte considerable del territorio de la arquidiócesis de Asunción.

El 4 de julio de 2015 fue designado como Obispo de la diócesis Mons. Joaquín Hermes Robledo Romero.

Esta circunscripción eclesiástica cuenta con 18 sacerdotes diocesanos y 20 sacerdotes pertenecientes a Institutos religiosos, lo cual corresponde a un porcentaje de más de 22.000 católicos por sacerdote, claramente más desfavorable con respecto al promedio de América Latina (casi 8.000 por sacerdote) y de Europa (casi 1.600 por sacerdote) o particularmente de Italia, donde, incluso hoy, hay aproximadamente un sacerdote para un millar de personas.

El contexto económico y social hace rápidamente obsoleta la religiosidad tradicional que todavía impregna al mundo rural, y empuja a poner en tela de juicio los antiguos paradigmas pastorales.

Desde el comienzo de su presencia en la diócesis de San Lorenzo, la Comunidad Redemptor hominis ha querido dar una contribución específica a la pastoral, particularmente a través de la experiencia llevada a cabo en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en la ciudad de Ypacaraí, encomendada a nuestra Comunidad en diciembre de 2002 con una Convención apropiada.

En la diócesis de San Lorenzo está también la sede del Centro de Estudios “Redemptor hominis”.

Michele Chiappo

 (Traducido del italiano por Luigi Moretti)