Por medio de los “Cuadernos de Pastoral”, estamos intentando constituir una pequeña biblioteca, muy sencilla pero rica de contenido, para ofrecer a cada cristiano la posibilidad de comprender mejor su fe y su camino de compromiso con el Señor.

Son varios los temas desarrollados hasta ahora y, entre estos, nos parecía que faltaba uno, muy importante, que concierne a los jóvenes, el futuro del mundo y de la Iglesia

home CP 10 la vida esPara remediar esta falta, en el presente “Cuaderno” el P. Emilio Grasso reflexiona sobre este importante asunto, analizando los discursos que Juan Pablo II ha dirigido a los jóvenes, durante sus viajes a los diferentes países de América Latina.

Por eso mismo, este “Cuaderno de Pastoral” se diferencia, en parte, de los demás, porque no presenta la elaboración de las reflexiones que el P. Emilio ha realizado con las personas encontradas en Paraguay, como hacen los “Cuadernos” precedentes, sino que ofrece una profundización de los discursos del Santo Padre a los jóvenes.

El Autor, con un empeño de búsqueda bajo la guía del Magisterio pontificio, conjuga lo viejo y lo nuevo, la presencia y la profecía en la historia.

Grande es el desafío que lleva consigo la juventud, porque ella es “un tiempo favorable para tomar decisiones, un tiempo para orientar su propia vida, un tiempo para escuchar, reflexionar y proyectar”.

Este tiempo propicio tiene que ser caracterizado por algunas actitudes fundamentales, sobre todo estas dos: conocerse a sí mismo y conocer la realidad que nos rodea. En efecto, en nuestra existencia debemos partir siempre de la situación en la que vivimos, sin huir de nuestra propia responsabilidad, para no caer en los placeres y seducciones del mundo, lo que el Papa define el “camino de Emaús”, que dejan insatisfechos y hacen caer en el vacío.

Los jóvenes están llamados a realizar el sueño de su juventud, y este sueño es Cristo, que se hace realidad en quienes lo siguen radicalmente.

En efecto, Él es el único que puede apagar la sed de infinito, que existe en el corazón de todos y permite valorar a cada persona, incluida la propia, por lo que es y no por lo que tiene.

Por consiguiente, conocer y amar a Cristo es la única posibilidad de transformar el sueño de cada persona en una maravillosa realidad.

Lo que impulsa al joven a ser verdaderamente joven es el encuentro con Cristo. Por eso, ser joven sin estar enamorado de Cristo, no puede ayudar al joven y tampoco al mundo a tener un espíritu de vida y esperanza.

Es en este encuentro donde cada joven descubre su propia vocación y aprende a decir que a su llamada. Pero, para todos sin ninguna excepción, la llamada común consiste en vivir el amor de entrega, es decir, el amor hermoso.

Por eso nosotros, como cristianos, tenemos el compromiso de testimoniar con nuestra vida y anunciar con nuestras palabras a los jóvenes en búsqueda de la realización de su sueño, que la única esperanza es Cristo, nuestro Salvador y Señor.

Maria Grazia Furlanetto

 

 

Emilio Grasso, La vida es la realización de un sueño de juventud. El Papa habla a los jóvenes de América Latina, Centro de Estudios Redemptor hominis (Cuadernos de Pastoral 10), Capitán Bado 2005, 48 págs.

 

 

ÍNDICE

 

 

Introducción

5

I. Jóvenes de América Latina: Protagonistas de una doble esperanza

7

   Tiempo de elección

9

II. Un sueño que transforma la realidad

15

   El tiempo favorable

21

III. Formular la pregunta sobre el sentido de la vida

26

Presencia cristiana visible

29

IV. Buscar soluciones reales

33

 Empeño de conversión para todos

36

V. Conclusión

39

  Llamados a vivir la belleza del amor

39

  • Anexo

41