Visita a Ypacaraí de Mons. Vincenzo Turturro, Nuncio Apostólico en el Paraguay
Jimena, Hanan, Luz, Ayelen, Silvana, chicas del grupo de la Confirmación:
La celebración de la Misa, en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, presidida por el Nuncio Apostólico en el Paraguay, domingo 4 de agosto, fue un acontecimiento especial y significativo para nosotros y para toda nuestra comunidad.
La presencia del Representante del Papa dio una dimensión única a la celebración, que se desarrolló en un ambiente de profundo recogimiento y con mucha solemnidad, y fue un verdadero reflejo de la fe y de la devoción de todos los presentes.
Las palabras del Nuncio, llenas de sabiduría y de caridad, insistieron en la importancia de la unidad y de la fraternidad en la Iglesia y en nuestra vida cotidiana, solicitando a nosotros los jóvenes, en particular, a reforzar nuestro compromiso por los valores cristianos, a vivir con generosidad y a ser faros de esperanza y de amor en nuestras comunidades.
La atmosfera en la parroquia fue animada por una profunda espiritualidad y alegría. La multitud que abarrotó la iglesia mostró un entusiasmo palpable, evidenciando el fuerte sentimiento de pertenencia y el profundo respeto que sentimos por nuestra fe y nuestra comunidad. La música litúrgica, interpretada con sentimiento y maestría vocal por nuestro coro parroquial, elevó más aún el espíritu de la celebración, disponiendo las almas a la reflexión y fomentando el crecimiento espiritual.
La celebración no fue solo una oportunidad para estrechar nuestros vínculos con la Iglesia universal, sino también para reafirmar nuestra identidad como comunidad local de fe. Fue, para nosotros, un momento fuerte y nos recordó que, a pesar de los desafíos que debemos enfrentar, nuestra fe y nuestra unión con Cristo nos guían y nos sostienen.
Sin duda, esta Misa quedará como un momento de gracia y de renovación para todos nosotros, ayudándonos a vivir, con esperanza y entusiasmo, según la invitación del Representante del Papa y a ser fermento de vida buena en el mundo.
Joel Estigarribia, superintendente escolar de Ypacaraí:
La presencia del nuevo Nuncio Apostólico, Mons. Vincenzo Turturro, joven eclesiástico, con su representatividad y apertura, fue, para nosotros los ciudadanos de Ypacaraí, un mensaje luminoso del Papa Francisco. Monseñor Turturro nos transmitió la necesidad, para la Iglesia, de que se acerque a las comunidades, de que difunda el mensaje de paz que el mundo necesita, y la concienciación de que debemos construirla empezando por nuestras familias, para luego irradiarla a toda la sociedad por medio de la práctica de los valores morales, sociales y religiosos.
La sencillez del Nuncio y sus palabras, por otra parte, son el reflejo de lo que Jesús trajo al mundo con su acción de amor, de caridad y, sobre todo, con el espíritu de servicio que debemos ofrecer desde el lugar y el papel que ocupamos en la sociedad.
La comunidad educativa que represento no puede eludir este mensaje, ya que la educación es un proceso de socialización en el que la cultura de la paz debe prevalecer en la convivencia, a través del diálogo, de la tolerancia y, sobre todo, del respeto, que son muestras palpables del verdadero amor al Señor y al hombre.
Fátima Coronel, madre de familia, catequista y coordinadora de capilla:
Personalmente, el domingo 4 de agosto de 2024 se quedará grabado en mi memoria y en mi corazón como el día en el cual la Comunidad Redemptor hominis nos hizo un regalo muy especial: la visita del Nuncio Apostólico, Mons. Vincenzo Turturro, una persona que transmitió paz, sencillez, amor y la presencia de Nuestro Señor Jesucristo.
De la Santa Misa, en la que hubo una gran participación de personas, querría destacar cómo el Nuncio notó la cantidad de jóvenes presentes y, dirigiéndose a ellos, los instó a asumir el compromiso, como cristianos, de ser “agentes” de un cambio en la sociedad.
Las palabras del Nuncio también nos recordaron, en sintonía con las palabras del P. Emilio, el compromiso de compartir el fruto de nuestro sacrificio con los más pobres y de continuar el camino pastoral con amor.
Me sentí fortalecida en mi compromiso de seguir trabajando en la formación de los niños, con el mismo amor con el que comencé mi misión, apoyada siempre por mi familia.
La bendición del Santo Padre, que el Nuncio nos transmitió, nos animó a continuar nuestro compromiso cristiano en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, bien acompañados por nuestro equipo pastoral Redemptor hominis y dirigidos por el P. Miguel, quien, con su ejemplo de paciencia, templanza y compromiso con su misión pastoral, nos anima a construir a la Iglesia allí donde estamos ubicados.
Vicenta, madre de familia y secretaria de la catequesis:
La visita del Nuncio Apostólico fue una verdadera bendición para la ciudad de Ypacaraí y especialmente para nuestra parroquia.
Fue un privilegio, para mí, participar en la Misa presidida por él y escuchar los buenos mensajes que trajo a los jóvenes, a las autoridades presentes y a todos los fieles.
En su homilía, tuvo palabras para todos y, contento de ver presentes a tantos jóvenes de la Confirmación, les recordó que se enamoren de Jesús, que lo amen en la ratificación de la fe y en el servicio a Dios y al prójimo.
Instó también a las autoridades presentes a ponerse al servicio de los más pobres, tomando decisiones convenientes para el país y para el pueblo, porque todavía hay mucha gente que sufre, que no tiene nada, que vive en la calle.
Nos llenó de alegría cuando, con su joven presencia y en un español fluido, nos dijo que somos un país muy querido por el Papa Francisco y un país bendecido.
Para nosotros, para toda la parroquia, cuyos fieles habían llenado el templo parroquial para participar en la Misa y recibir la bendición del Papa, fue un día histórico. Hasta pronto Nuncio Vincenzo.
María Cristina Gallardo, madre de familia y ex catequista:
Para mí, fue una verdadera sorpresa encontrarme con un Nuncio muy joven, y con un español claro que supo emocionar a la gente. Me sentí muy feliz por su presencia en nuestra parroquia y estoy profundamente agradecida a la Comunidad Redemptor hominis que hizo posible que esto se realizara.
Me impresionó la capacidad del Nuncio de estar en medio de las personas y su brillante inteligencia que muestra entusiasmo. Su juventud y su manera de expresarse dejaron una profunda y positiva impresión que da mucha esperanza.
Me emocioné mucho cuando, en su homilía, habló de la multiplicación de los panes narrada por el Evangelio y cuando recordó al P. Emilio, apenándose que, por motivos de salud y de su reducida movilidad, no pudo estar presente. Para mí, en realidad, fue como si lo estuviera, porque en tantos momentos difíciles de estos últimos años, siempre estuvo presente y lo sigue estando con su Comunidad, su palabra y su cercanía, como un padre, con su enseñanza y sus consejos.
El Nuncio Apostólico pudo ver a esta parroquia, hoy, transformada gracias a la labor pastoral del P. Emilio, quien cambió completamente la situación, dejando huellas profundas en todos nosotros, poniendo en el centro a los más pobres, la Cáritas, la transparencia económica, la limpieza, el orden, el silencio, para hacer de la parroquia un lugar de oración y de escucha. Por eso, Mons. Turturro, recordando al P. Emilio, me conmovió profundamente y se ganó mi corazón.
Creo que las imágenes más bellas de aquel día que llevó consigo el Nuncio fueron: la presencia de tantos jóvenes, ordenados y respetuosos; el recogimiento y el gran silencio con el que, a pesar de ser tan numerosos, todos los fieles participaron en este acontecimiento tan especial para nuestra parroquia.
Me impresionó también cómo Mons. Turturro quiso acercarse personalmente a todos, hablando con delicadeza y con afecto a cada persona y bendiciendo a cada una con la señal de la cruz sobre la frente.
No ignoró a nadie y eso dice mucho de su persona, humilde, joven y sabia, una persona que reúne, sin duda, muchas cualidades que le permitirán desarrollar bien su difícil tarea.
Carolina y Gustavo, casados y padres, con Fiorella, la primera de sus cuatro hijos:
Domingo 4 de agosto nos preparamos en familia, con alegría y entusiasmo, para participar en la Misa que habría sido presidida por monseñor Vincenzo Turturro, como representante directo del Papa en nuestro país.
Al llegar a la iglesia vimos, como es habitual, el gran número de jóvenes de la Confirmación que estaban participando activamente en la organización.
Este es un aspecto de nuestra parroquia del cual nos sentimos muy orgullosos: el espacio que se da a los jóvenes, su implicación en la participación de la organización de actividades importantes. Nos emocionó mucho la homilía del Nuncio, expresada en un español muy fluido, y al escuchar sus palabras dirigidas a los jóvenes, inevitablemente, nos acordamos de nuestro querido amigo Emilio, quien siempre se dirigió y sigue dirigiéndose a los jóvenes con palabras claras y precisas.
Nuestra familia, ese día, también se sintió muy orgullosa y emocionada por Gustavo, quien, a pesar de la tensión y la emoción, en nombre del Consejo Pastoral y del Consejo de Asuntos Económicos de la parroquia, fue encargado de dirigir algunas palabras de bienvenida al Nuncio.
Conservamos un recuerdo muy agradecido de la humildad y la sencillez del Nuncio, quien, al final de la celebración de la Misa, cuando muchas personas se acercaron para saludarlo, pasando en medio de ellas, bendijo a todos con gestos y palabras de cariño.
(A cargo de Emanuela Furlanetto)
(Traducido del italiano por Luigi Moretti)
05/10/2024